Actualmente los conocidos como escape room o juegos de escape se encuentra en auge. En los últimos años podemos encontrar un aluvión de este tipo de entretenimiento. Debido a la gran cantidad, ¿cómo consigues hacer que el tuyo sea diferente e interesante? ¿Qué factor diferenciador es necesario? Está claro que el principal objetivo es resolver un enigma, algo que se mantiene igual, pero puede cambiar la forma de desarrollarlo, la ambientación y la trama. Por lo tanto, los escape room históricos son perfectos.
Normalmente, las personas tendemos a enlazar vínculos emocionales con historias reales, que ya conocemos o que sabemos que existieron. Si creamos un enigma conectado a un suceso histórico interesante, tendríamos un punto extra. Este es el caso de Izurun, un juego de escape en San Sebastián que recorre mil años de historia y en el que encontrarás curiosidades sobre Donostia a lo largo del tiempo.
Puede que a más de uno la historia le resulte aburrida, pero si das la vuelta al contenido puede ser muy atrayente. Lo más importante de la historia y los escape room es que puedes jugar con la trama, los personajes, y crear los giros más inesperados. Aunque estos hechos sigan una línea determinada, tú puedes cambiarla: ¿Y si Federico García Lorca no murió en 1936? ¿Acaso consiguió escapar por algún motivo? Imagina cómo sería reencarnar a algunos de los escritores y poetas de la generación del 27, dotando a cada personaje con características diferentes, tramas de enredo, y misterios por resolver.
Por ello, si además de tener un relevante suceso histórico, añades una escenografía asombrosa, harás que el jugador entre de lleno en su rol
No obstante, para conseguir el éxito inminente con este tipo de contenido, es importante hacer una recreación histórica adecuada. Cuanto más se parezca el entorno a la historia, más despertará el interés del público. Por ello, si además de tener un relevante suceso histórico, añades una escenografía asombrosa, harás que el jugador entre de lleno en su rol. Es lo que ocurre con los escape room que se desarrollan en emplazamientos históricos, como La torre templaria, Castellón. Se trata de un juego de escape localizado en la antigua torre templaria de Argelita, en el que hay que descubrir un tesoro antes de que la torre se derrumbe.
Es evidente que utilizar un espacio histórico para realizar un juego de escape aporta autenticidad. Tramas ficcionadas en castillos, caserones, teatros, como el Enigma Puccini, recreado en El Liceu, Barcelona. Es considerado el primer escape room en un teatro de ópera, ¿el misterio? descubrir un manuscrito del compositor Giacomo Puccini, custodiado por los Trinitarios, una orden religiosa que habitaba ese lugar antes de la construcción del teatro. Una trama emocionante con un emplazamiento extraordinario. La mejor forma de asignar a un juego de escape un contenido insólito.